Elegía de tu descalcez sobre las hojas secas
Desde la primavera extrañas el otoño:
anhelas caminar descalza la hojarasca.
De esa manera acaricio su muerte
explicas mientras te quitas el zapato
y lo meneas en la punta de los dedos.
Tus ojos
te conducen a doradas avenidas
cargadas de hojas secas.
Silencio en el otoño. Tan sólo
el crujir de tus pies sobre las hojas,
y yo sentado que te observo,
transitar esa muerte
repleta de vida tornasol;
decadencia;
cosecha;
el dorado violento y estruendoso
de la hojarasca que se tiende
en asfalto y en prados,
mientras destellan los amaneceres
y las noches se abren
y se preparan los buitres de la aurora
Deja que acaricie la muerte con mis pies,
permite que mis plantas vuelen
sin dejar el suelo, Las tardes del otoño
se cargan de niños y piares...
Una niebla salada
resbala hasta las hojas y se pierde
en la humedad del entresueño.
Regresas descalza. La llovizna
lubrica la alegría. Tus pies
me gritan que no hay muerte,
no hay despertar, no hay sueño.
Tan sólo la marcha,
el reinado absoluto del sendero
abriéndose paso entre amapolas
y árboles que lentamente se deshojan
buscando tus pisadas,
la desnudez sutil,
el alma de una oveja,
el sueño de un insecto
y tu pisar descalzo las hojas del otoño.
De EL UNIVERSO SE DESCALZA - Blog de poemas
GOCHO VERSOLARI