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La marcha de las rocas

 

 




 

Las rocas tenían pies y recorrían

el espectro de la primera tarde hasta el crepúsculo

Granito, basalto, piedras del camino,

marchaban en esa dimensión donde la fijeza del mundo se disuelve y se ven las líneas onduladas de las cuatro; las dimensiones de una tapa al abrirse; los pequeños mundos del resplandor del sol sobre una plancha de hierro y la vida y la muerte en la pluma que cae de un ave en vuelo

El reflujo llega siempre

cuando la noche prueba sus primeros pasos

y en mi alma hay ausencia de rocas y de polvo  

 

Otras veces

llegabas con los zapatos en la mano y te detenías en mi alcoba antes de continuar hacia la casa de tu madre.

Entonces tu presencia cálida, tu desnudez vibrante

tu cuerpo en ondas suaves se abalanzaba a las paredes

y caía sobre mí: montaña de luces;

 un vendaval tibio y pajarino,

 el erizarse del polen

y tu carne llenaba el vacío 

que dejaban diariamente la ausencia de las piedras

 

 



 

 

Otras veces llegabas con una pieza de pan preparada por tu madre

con sus manos oscuras, con la densidad de las generaciones

grabadas en la masa. Comíamos en un lento ritual y en el amanecer

veía marchar el pan, multiplicarse y forrar las paredes de mi casa

y reemplazar los ladrillos con su carne blanda.

 

Ahora tan sólo veo la marcha de las rocas y en cada grano de polvo

el dolor talla el rostro de las horas

y la muerte se arrastra como una encina negra

y sólo han quedado en la arena oscura

las huellas desnudas de tus pies y de tus manos. 

 

Arriba,

se arrastran las estrellas.

 

 

 

 

De OBRA POÉTICA DE GOCHO VERSOLARI - Blog de poemas

 

GOCHO VERSOLARI

 

La marcha de las rocas

28/02/2024 2402287144329

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