A tu paso las mandrágoras
arrojan de sus bocas
esporas de inmortalidad.
En tanto sobrevuelan la tarde
los perros celestes del crepúsculo
y los dragones que la noche guarda
en el fondo del lago.
Ante tus pies descalzos, las mandrágoras bajan sus corolas
y te susurran los secretos azules
que las estrellas arrastran desde el borde de silicio
que protege al sol.
Dejaré de encontrarte alguna vez
cuando al rodearme de silencio
baje hasta mi cuarta costilla
donde el meditante sigue inmóvil :
la vista fija en la tercera nube
y los pies detenidos
en el cuadrante añil del patio,
en el ala tersa de la gaviota
que no encontró el camino del verano.
No dejes de venir. Tu cuerpo
es el suspiro que mis versos prolongan
en el terciopelo de las horas que esconde la noche
y que me entrega en mezquinos minutos
para que componga endechas
donde rozo el silencio
verso
y los pies detenidos
en el cuadrante añil del patio,
en el ala tersa de la gaviota
que no encontró el camino del verano.
No dejes de venir. Tu cuerpo
es el suspiro que mis versos prolongan
en el terciopelo de las horas que esconde la noche
y que me entrega en mezquinos minutos
para que componga endechas
donde rozo el silencio
verso
a pájaro.
GOCHO VERSOLARI
No dejes de venir
16/04/2024 2404167659688
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