Los matices del silencio
son como dagas azules que se clavan blandas
entre mi tercera
y mi cuarta costilla:
un poco más abajo
del corazón.
Aspira la dimensión silente
llegar al paraíso que encierra el mediastino,
a las tenues colinas de la tarde
que no deja de habitarme
desde siempre.
cuando el metal trepa a los brillos
que atraviesan el día;
cuando el acero resplandece en las tormentas;
cuando un pájaro muere poco antes
de llegar a la fuente de la vida,
impera ese silencio
que nos prende y nos amarra
en el fondo de un pozo.
La redonda entrada encima de nosotros,
muestra el cielo azul; presentimos el olor a tarde,
los lentos vaivenes de los barcos
que pueblan el cenit.
Pero estamos atados
y aunque nos liberaran
no dispondríamos de escalas ni de estacas
para trepar las paredes marrones y terrosas.
El silencio entonces
escapa de nosotros y busca el júbilo de la cosecha,
el amor que haríamos
en las profundas parvas
que la noche arroja
segundo tras segundo.
El silencio:
intenta develar los paraísos
en mitad de los infiernos
que no dejan de llover
procurando preñarnos
y habitarnos
para después reír
De OBRA POÉTICA DE GOCHO VERSOLARI - Blog de poemas
GOCHO VERSOLARI
Variaciones acerca del silencio
