"Nunca te descalces"
El dios de las hojas doradas
Te prohibe andar descalza al llegar el otoño.
Dicen
que al acariciarlas tus plantas,
las hojas que se caen reverdecen,
se trepan a los árboles
y moldean la carne del verano
a pesar de la sombra del invierno.
Las aves del enfado,
los carámbanos de la rebeldía
bailan alrededor de tus cabellos.
La prohibición del cielo
se une a la de tu madre:
usa zapatos, el suelo está sucio.
No andes descalza.
Los microbios hacen fiestas en la tierra.
Por eso
vuelves a quitarte los zapatos
para que las hojas doradas resuciten
y el viento te acompaña
y los pájaros cantan
celebrando tu descalcez,
tu danza
y el buitre esplendoroso
que flamea en tu tarde.
Que se acuesta en tu sol.
De EL UNIVERSO SE DESCALZA - Blog de poemas
GOCHO VERSOLARI